SANTO DOMINGO. Más del 90 por ciento
de la consulta de un gerontólogo corresponde a pacientes con pérdida de memoria
o deterioro cognitivo, un síntoma que se presenta cada vez con más frecuencia
en personas que no han alcanzado la tercera edad.
Aunque la causa más común sigue
siendo el envejecimiento, también se debe a reacciones a una medicación,
enfermedades neurodegenerativas, tumores cerebrales, problemas de tiroides,
lesiones en la cabeza, fiebre alta, deshidratación, consumo de alcohol,
tabaquismo, deficiencia de vitamina B12, malnutrición y enfermedades cerebrovasculares.
La gerontóloga Silvia Montes Jorge,
del Centro de Evaluación Integral para la Tercera Edad (CEIT)E, que opera en el
Centro de Medicina Avanzada Dr. Abel González, explica que a diario ve que
"las emociones, los niveles de vida estresantes o enfermedades como
ansiedad y depresión pueden afectar la concentración y causar pérdida de la
memoria a corto plazo o reversible". "Cuando perdemos inesperadamente
a un ser querido, o cuando uno se siente solitario o aislado, la capacidad para
recordar personas conocidas y situaciones de la vida puede disminuir",
indica.
También enfatiza que enfermedades
como el Alzheimer o la demencia vascular, la cual resulta de pequeños derrames
o accidentes cardiovasculares (ACV), pueden causar daño permanente e irreversible
a las células cerebrales. Montes Jorge señala que el proceso de envejecimiento
cerebral comienza a los 25 años de edad, momento en que disminuye la producción
de neuronas.
"Pero no todos envejecemos
igual, ya que cada individuo lleva una forma de vida distinta y aquí no sólo
hablamos de los estilos de vida saludables conocidos por todos, sino de la
estabilidad mental y emocional que también puede causar cambios y desarrollar
enfermedades en un envejecimiento normal. La genética y la herencia juegan
también un papel importante. En resumen, somos lo que heredamos y cómo hemos
vivido, comido, dormido, a eso sumándole los estilos de vida relajados o no,
estrés, depresión, malos humores", amplía la especialista.
La experta dice que, cuando notamos
cambios, es una señal para acudir al especialista, "sin importar la edad,
aunque hablamos para una población de sesenta años en adelante". "Es
sorprendente saber que hay un alto porcentaje de deterioro cognitivo que existe
en la población de treinta a cincuenta años de edad, a la cual nuestra sociedad
no es ajena", advierte. Esto mayormente a los altos niveles de estrés en
que vivimos, somos "múltiples", llevamos un trabajo, el manejo del
hogar y la familia, en muchos casos la responsabilidad de un familiar enfermo y
dependiente, un ambiente cargado de criminalidad e inseguridad que nos quita lo
más importante que cualquier ser humano tiene y necesita para vivir y envejecer
bien: la tranquilidad.
Ejercita tu mente
A través de sus años de ejercicio,
Montes Jorge, primera dominicana graduada en gerontología de la Universidad de
Salamanca, España, ha ido recopilando material, técnicas y ejercicios, que
acaba de condensar en un libro titulado "Ejercita tu mente", puesto
en circulación recientemente y disponible en Librería Cuesta.
Es un cuaderno de actividades para
mantener y mejorar la capacidad cognitiva del individuo, en especial de los
envejecientes, con 100 ejercicios de memoria, atención, lenguaje, razonamiento,
cálculo y orientación, e inicia con un grado de dificultad mínimo y luego va en
aumento.
"Ejercita tu mente" puede
ser administrado por un profesional de la tercera edad, así como por cuenta
propia de la persona mayor.
"Aunque hemos diseñado este
libro para personas mayores, los más jóvenes también pueden sacarle provecho,
ya que mientras más pronto ejercitamos nuestras funciones intelectuales más
tarde ocurrirá el deterioro", afirma.
La gerontóloga recomienda a la hora
de hacer los ejercicios del libro: buscar un lugar tranquilo donde le sea fácil
concentrarse, con buena iluminación y ausencia de ruidos y distracciones;
seguir el orden establecido en los ejercicios, leer el mandato antes de
contestar y si no puede realizar algún ejercicio, déjelo para otro día.
La casa y los familiares
Los pacientes por problema de
amnesia necesitan de apoyo familiar. Las muestras de fotografías, objetos y
escuchar música, pueden ayudar a recordar momentos de importancia en su vida.
Anotar cuando la persona debe tomar cualquier medicamento o completar otra
tarea importante.
Es recomendable identificar el
problema a tiempo, pues la pérdida de la memoria puede ser causada por muchas
circunstancias diferentes y el médico necesita saber si el problema llegó de
repente o lentamente.
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