lunes, 7 de mayo de 2018

Empleos que pronto serán sustituidos por robots


Se predice que la automatización, que incluye tanto robots mecanizados (con forma humanoide o de drones) como programas de software de inteligencia artificial, eliminarán el 6% de los empleos en los Estados Unidos en los próximos cinco años. Y no son sólo los empleados de bajos salarios los que tienen que preocuparse.

Trabajadores del conocimiento, del comercio minorista y manuales también verán declinar sus perspectivas de empleo. Estos son los trabajos que podrían verse más afectados.

1 – Vendedores de seguros
El software puede “analizar e interpretar todos los datos, incluyendo texto no estructurado, imágenes, audio y video” mejor y más rápido que un humano, y puede “reducir drásticamente” el tiempo necesario para calcular lo que debe pagar la aseguradora, según un representante de la compañía.

2 – Cajeros y empleados bancarios
Primero fue el cajero automático el que redujo el empleo bancario, luego la app en el teléfono inteligente. La inteligencia artificial no solo podrá realizar transacciones con efectivo sino que podrá abrir cuentas y procesar créditos a una fracción del costo y el tiempo que le lleva hacerlo a empleados humanos.

3 – Analistas financieros
Los analistas financieros humanos ya no pueden competir con el software de análisis financiero de inteligencia artificial que es capaz de leer y reconocer tendencias en datos históricos para predecir movidas futuras en el mercado.

4 – Obreros de la construcción
Pronto se introducirán albañiles robóticos en las obras en construcción lo que permitirá reemplazar con cada máquina a dos o tres trabajadores humanos, según informa la revista Technology Review. La tecnología SAM (semi-automated mason, o albañil semi-automatizado) puede colocar hasta 1200 ladrillos al día, comparado con los 300 o 500 de un ser humano.

5 – Jefe de inventario y repositor
El empleado del supermercado que coloca las latas en la góndola puede pronto dejar de ser humano. A medida que se vuelven más avanzados los robots son capaces de realizar acciones que antes requerían un par de ojos, tales como controlar el inventario en una góndola.

6 – Trabajadores agrícolas
Los trabajadores agrícolas están siendo reemplazados por robots de inteligencia artificial que pueden hacer todo, desde ordeñar vacas hasta cosechar lechuga. Y más de un millón de empleados de establecimientos agrícolas estadounidenses podrían verse reemplazados por máquinas inteligentes que hacen todo, desde quitar la maleza hasta cosechar manzanas, informa Quartz.

7 – Choferes de Taxi

Aunque los choferes tradicionales de taxi pueden estar sintiendo la competencia de Uber y Lyft, los conductores de todos estos ser vicios verán cómo se terminan sus empleos al llegar los vehículos autónomos. En los próximos 10 años ciudades de todo el mundo tendrán taxis autoconducidos. Uber está probando este tipo de vehículos y Singapur es el primer país que ya tiene docenas en los caminos.
8 – Obreros industriales
Es común escuchar a políticos populistas decir que volverán a traer el empleo industrial de regreso a los Estados Unidos. Pero eso no va a suceder. Incluso China, el país donde existe la mayor cantidad de empleos manufactureros del mundo, verá reducida su fuerza laboral industrial por robots en el futuro cercano. De hecho ya está sucediendo.

ELDIARIO

miércoles, 2 de mayo de 2018

No me digas que no tienes tiempo, dime que tus prioridades son otras


Aprendí que quien no te busca no te extraña y quien no te extraña, no te quiere. Que la vida decide quién entra en tu vida, pero tú decides quien se queda. Que la verdad duele una sola vez y la mentira duele para siempre. Por eso valora a quien te valora, y no trates como prioridad a quien te trata como una opción. (Carmen Castillo Zamora)

Si alguien quiere, tendrá tiempo. Si no tiene tiempo es porque no quiere o porque tiene otras prioridades que le interesan más. Así, no dejes que te mientan y tampoco te engañes. De hecho, siempre habrá un hueco reservado para una persona a quien se tiene ganas de ver, con quien se tiene intención de hablar o de quien preocuparse: es la base del cariño y del amor.


Conforme vamos creciendo la vida nos va poniendo más complicada la tarea de conseguir esos huecos para los demás o incluso para aquellas actividades que tanto nos gustan, principalmente porque nos invaden otras ocupaciones que nos roban casi la totalidad del tiempo libre del que disponemos. Sin embargo, no es verdad que no lo tengamos: dicen que “querer es poder” y, en el caso de las relaciones personales, resulta una premisa muy importante.

La atención no se ruega

Es una consecuencia natural del paso de los años que tengamos que ir aprendiendo a organizar los espacios libres que otras cosas como el trabajo, los niños o los estudios nos permiten; razón por la cual hay quien afirma que la vida es un cúmulo de prioridades y segundas opciones.


 

lunes, 30 de abril de 2018

30 de abril: Día Internacional del Jazz


El jazz es un tipo de música que se originó de los negros de Nueva Orleans en Estados Unidos. No se sabe muy bien el origen de la palabra, pero su primera aparición escrita fue el 6 de Marzo de 1913 en un boletín en la ciudad de San Francisco, California. Obviamente la palabra era usada antes de esa fecha.

La fecha del 30 de abril como el Día Internacional del Jazz fue proclamada por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 2011.

¿Por qué un Día Internacional del Jazz?

El jazz rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia;

El jazz es una forma de libertad de expresión;

El jazz simboliza la unidad y la paz;

El jazz reduce las tensiones entre los individuos, los grupos y las comunidades;

El jazz fomenta la igualdad de género;

El jazz refuerza el papel que juega la juventud en el cambio social;

El jazz promueve la innovación artística, la improvisación y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas y

El jazz estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados.


La celebración de esta jornada tiene como objetivo sensibilizar al público en general sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos. Los gobiernos, las instituciones educativas y la sociedad civil que participan en la promoción del jazz aprovechan esta oportunidad para difundir la idea de que el jazz no es sólo un estilo de música, sino que también contribuye a la construcción de sociedades más inclusivas.

sábado, 28 de abril de 2018

EL CUENTO DENTRO DEL CUENTO Jorge Bucay

"... Un hombre rico mandó a su criado al mercado en busca de alimentos. Pero a poco de llegar allí, se cruzó con la muerte que lo miró fijamente a los ojos.

El criado empalideció del susto y salió corriendo dejando tras de sí las compras y la mula. Jadeando, llegó a casa de su amo:
- Amo, Amo! Por favor, necesito un caballo y algo de dinero para salir ya mismo de la ciudad... Si salgo ya mismo quizás llegue a Tamur antes del anochecer... por favor amo, por favor...!

El señor le preguntó sobre el motivo de tan urgente pedido y el criado le contó a borbotones su encuentro con la muerte. El dueño de casa pensó un instante y alargándole una bolsa de monedas le dijo:
- Bien, sea. Vete. Llévate el caballo negro que es el más veloz que tengo.
- Gracias amor - dijo el sirviente y, tras besarle las manos, corrió al establo, montó el caballo y partió velozmente hacia la ciudad de Tamur.

Cuando el sirviente se hubo perdido de vista, el acaudalado hombre caminó hacia el mercado buscando a la muerte.
- ¿Por qué asustaste a mi sirviente? - le preguntó en cuanto la vio.
- ¿Asustarlo yo? - preguntó la muerte.
- Sí - dijo el hombre rico - él me dijo que hoy se cruzó contigo y lo miraste amenazante.
- Yo no lo miré amenazante - dijo la muerte - lo miré sorprendida. No esperaba verlo aquí esta tarde, porque se supone que tengo que recogerlo en Tamur esta noche!!

sábado, 21 de abril de 2018


Día Mundial de la Creatividad y la Innovación

El 13 de abril de 2017 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 71/L.61 decide designar el 21 de abril Día Mundial de la Creatividad y la Innovación


Día Mundial de la Creatividad y la Innovación
La riqueza de las naciones

En el siglo XXI, la creatividad y la innovación, tanto a nivel individual como de grupo, se han convertido en la verdadera riqueza de las naciones, según señala el Informe sobre la economía creativa «Ampliar los cauces de desarrollo local». La publicación de este informe es una colaboración de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC) en inglés.
Creatividad y cultura

La economía creativa —que incluye productos audiovisuales, diseño, nuevos medios de comunicación, artes escénicas, industria editorial y artes gráficas— es un sector transformador de la economía mundial en términos de generación de ingresos, creación de empleo e ingresos de exportación. La cultura es un componente esencial del desarrollo sostenible y representa una fuente de identidad, innovación y creatividad para el individuo y para la comunidad. Al mismo tiempo, la creatividad y la cultura tienen un valor no económico significativo que contribuye al desarrollo social inclusivo y al diálogo y al entendimiento entre los pueblos.
Estrategias de crecimiento económico

Según el informe de la UNESCO sobre la cultura y el desarrollo sostenible, las industrias culturales y creativas deberían formar parte de las estrategias de crecimiento económico. Estas industrias se encuentran entre los sectores más dinámicos de la economía mundial, y generan 225 000 mil millones de dólares americanos en impuestos y 29 500 millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Con este espíritu, los países están aprovechando el potencial de las áreas de rápido crecimiento del mercado para conseguir rentabilidad económica y mitigar la pobreza.
En este día, el mundo está invitado a tomar la innovación como una herramienta esencial para el crecimiento económico de las naciones. La innovación, la creatividad y el emprendimiento pueden proporcionar un nuevo impulso a la economía y generar empleo. Asimismo, brindan más oportunidades para todos, incluidos los jóvenes y las mujeres. Asimismo, pueden solucionar algunos de los problemas más apremiantes, como la erradicación de la pobreza y del hambre.

domingo, 11 de junio de 2017

Un indigente logra un techo gracias al éxito de su libro

La salvación de Jean-Marie Roughol fue una frase de desprecio viajando hacia los oídos adecuados. Este indigente parisino pedía limosna en los Campos Elíseos cuando vio cerrar el candado de su bicicleta a Jean-Louis Debré, exministro del Interior y uno de los políticos más reputados de Francia. Roughol lo reconoce y le propone vigilársela mientras el dirigente entra a un complejo de tiendas. La breve conversación atrae la atención de una pareja. "¿Has visto? ¡Debré está hablando con un vagabundo!", le suelta él a ella en tono burlón. Lo oyen, y en un impulso de rabia, Debré le espeta la frase que lo cambiaría todo. "Escucha Jean-Marie, yo creo que tú tienes mucho más que contar que esa gente. Escríbeme tu historia. Escríbeme tu vida. Escríbeme un libro. Yo lo corregiré y encontraré un editor".

De ese encuentro fortuito con el antiguo ministro allá en 2013 salió a la luz dos años después una obra: Pido limosna: una vida en la calle, que ha vendido más de 40.000 ejemplares. Su éxito le llevó a entrar en la lista de los más vendidos en Amazon Francia y a ser traducido al chino, el coreano o el checo. Fue el inicio de un cambio de vida. Roughol tiene un techo desde que cobró los derechos de autor el año pasado. Un giro radical para un hombre que a sus 49 años ha habitado en esa despiadada trituradora de personas llamada calle la mayor parte del tiempo en las dos últimas décadas y ha salido con vida.

En su vivienda parisina, un pequeño estudio por el que paga 530 euros al mes de alquiler, la cafetera ruge. Roughol presume de fumar menos y enciende un cigarrillo cada veinte minutos. El debate político resuena en la televisión ante la inminencia de las elecciones. El izquierdista Jean-Luc Mélenchon es su preferido. "Un hombre que piensa en los desfavorecidos", le alaba. En la pared, sobre un mapa de París, aparecen señalados más de una decena de emplazamientos. Son los lugares donde ha ejercido la mendicidad.

l relato de Roughol, tanto en las páginas de su libro como de viva voz, es la historia de un buscavidas. Días y noches al raso. Las avenidas y bulevares de París, tan agradecidos con el viajero de paso, convertidos en armas mortíferas para sus inquilinos. De sus inhóspitas calles se refugia en andenes de metro habitados por ratas del tamaño de gatos y toxicómanos con la mirada perdida que algunas noches gritan entre delirios. También en los huecos de la escalera de cualquier edificio, de donde lo echan de malos modos; en casas okupadas sobre las que pende la amenaza de la llegada de la policía; en hostales plagados de cucarachas; bajo los cartones en cualquier esquina, o en albergues nauseabundos en los que apenas pega ojo víctima de robos y de la sinfonía de gases y ronquidos ajenos. A veces sube al último metro, se esconde bajo los asientos cuando todos los pasajeros salen, y al llegar el vehículo al garaje donde pasa la noche, sale de su guarida y se tumba a dormir en el vagón vacío, protegido de la inclemente meteorología.

Su primera noche en la calle, desorientado, sucio, recién retornado de hacer el servicio militar, sin haber cumplido aún los 20 años, sin familia ni trabajo, la pasa entre los arbustos del parque parisino de Buttes-Chaumont, oculto a los ojos de los guardias. Al día siguiente descubre las duchas públicas y trucos para procurarse comida. "Resbuscaba en las papeleras. Las cercanas a panaderías y tiendas de alimentación eran las mejor surtidas. Encontraba pan, dulces todavía envueltos o frutas".

 Como recuerda entre calada y calada, cada jornada era para él un nuevo aprendizaje en el arte de sobrevivir. No son raros sus encontronazos violentos por el territorio. Sobre todo con bandas del Este. Toma consciencia de los peligros y empieza a llevar encima una navaja o un bastón para protegerse. "Si quieres echarme tendrás que matarme", dice a los que tratan de expulsarle de la zona donde pide limosna. Allí le acompañan amigos con los que forma un grupo digno de Los Miserables de Victor Hugo. Patrick, el hombre callado que solo da los buenos días. Gilles, el inventor de historias inverosímiles. Los veranos son la peor época. Deshidratado bajo la tiranía del sol y con los contribuyentes habituales de vacaciones, descubre que los turistas son un mal negocio para el sintecho. Nada que ver con el maná de la Navidad.

Antes de publicar el libro, en los días más productivos recauda unos 60 euros. En su camino se topa con lo peor de la condición humana. "No queremos vagabundos en Francia", le gritan entre insultos. A la vez constata la existencia de pequeños milagros: el desconocido que le da 300 euros. El bar que le permite comer gratis. Las anónimas manos que dejan una moneda en su vaso.

Cuando Debré le propuso escribir el libro, su primera reacción fue de vértigo. "No sé escribir, tengo faltas de ortografía", le advirtió. Pero dijo sí. Durante un año y medio alternó la escritura con el vaso extendido al viandante a modo de súplica. En ese tiempo vuelve sobre recuerdos lejanos y recientes. El vagabundo escribiendo en un parque o un café. El vagabundo haciendo memoria del abandono de su madre a los cinco años, de las brutales palizas de su padre, un camionero alcohólico, y del maltrato de los padres adoptivos con los que convivió temporalmente. El vagabundo, entonces niño, inventándose el regalo de cochecitos en Navidad para no ser el único del aula en admitir que Papa Noel no fue a su casa. El vagabundo recordando el día en que dos hombres intentaron robarle la mochila cuando pedía limosna y logró echarlos a golpes.

Llena cuadernos y se reúne con Debré en cafés de París, donde lo invita a comer mientras discuten sobre el texto. Alguna vez se ven en su elegante despacho del Consejo Constitucional y Roughol se mueve impresionado entre sus majestuosas estancias doradas. El político lo entrevista durante horas para llenar las lagunas de su historia. En ella hay momentos en los que parece salir del agujero con trabajos temporales, reparando averías como electricista o preparando crepes junto a los clubes de striptease de Pigalle. Con sus empleadas comparte lecho alguna noche. También hay momentos oscuros: fue detenido y multado por robar en una casa, aunque no entró en prisión.

La vida de Roughol es ahora cómoda. Duerme caliente, come caliente, se ducha caliente. Y de ser parte invisible del mobiliario urbano ha pasado a recorrer los estudios de radios y televisiones. La fama no ha zanjado la inquietud sobre su futuro económico más allá del libro. Dice que por eso cada mañana se lanza a la calle y sigue pidiendo dinero a los viand

antes. Más aseado y mejor afeitado que tiempo atrás.

En el camino hacia el lugar habitual donde pide, un indigente se le acerca intuyendo en él a un personaje importante al ver que está siendo grabado por un cámara para este reportaje. Huele el dinero. Le implora unas monedas para un café y Roughol, que se sabe observado, se las da y le cuenta que él también es un hombre de la calle tendiéndole su libro como prueba. El joven le observa con incrédula admiración y se despide de él con un apretón de manos.

 En la cálida forma de saludar y relacionarse con los que están habituados a verle pedir en la calle se atisban en Roughol motivaciones que desbordan la cuestión financiera. Reconoce que le empuja una cierta nostalgia. Como el preso que quiere regresar a prisión porque añora a sus compañeros de celda o simplemente porque el ser humano es un animal de costumbres. Porque como ha conocido en la persona de algunos de sus compañeros de periplo (muertos de frío, accidentes o enfermedades) la calle mata, pero es el centro de un inagotable universo de estímulos que ahora no encuentra en el silencio de su pequeño apartamento.


Entre sus paredes, dedica las tardes a escribir la adaptación de la obra al teatro buscando prolongar el éxito que le sacó de las esquinas. Ha descubierto que las palabras, mezcladas de una determinada manera, también pueden salvar vidas. "Si no hubiera escrito el libro, seguramente yo también habría muerto en la calle".