Lorca fue uno de los más grandes poetas españoles de todos los tiempos. Representante de la Generación del 27, elementos de sus obras son la inspiración andalucista, el dramatismo de las situaciones y un lenguaje que sorprende por su audacia.
En 1929 viajó a Estados Unidos de América y escribió su obra lírica más innovadora, fruto de una crisis vital y estética. Una de las más bellas elegías de la poesía contemporánea. Como dramaturgo, revolucionó el panorama teatral con obras y la trilogía trágica. Su poesía ahondó en la belleza de la tierra y el pueblo de su natal Valencia. En su poesía exploró el simbolismo y el surrealismo, y cultivó el teatro con mucho éxito.
Detenido al estallar la guerra civil y fue ejecutado arbitrariamente por el bando franquista.
■Romancero gitano (1928)
■Poeta en Nueva York (1930)
■La zapatera prodigiosa (1930)
■Bodas de sangre (1933)
■Yerma (1934)
■Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935)
■Sonetos del amor oscuro (1936)
■La casa de Bernarda Alba (1936)
LA CASADA INFIEL
Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus cepas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quite la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapan
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montando en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la levé al río.
Con el aire se batían
las espaldas de los lirios.
Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río
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