“Los editores han decidido tenerla en cuenta ahora y poner al día los
manuales”, explica a Efe una portavoz del Ministerio de Educación, que matiza,
sin embargo, que los alumnos podrán usar cualquiera de las dos ortografías en
la escuela.
sábado, 6 de febrero de 2016
El idioma francés abandona los acentos circunflejos
PARÍS. “El acento circunflejo es la golondrina de la literatura”,
escribió el literato Jules Renard sobre uno de los rasgos distintivos de la
lengua francesa, que desaparecerá ahora de muchas palabras en los manuales
escolares.
El autor decimonónico no sospechaba que ese signo se iba a convertir,
dos siglos más tarde, en la enseña de una gran indignación en el país, dividido
entre quienes apuestan por simplificar el idioma y los que se aferran a las
viejas reglas.
La chispa que ha encendido la mecha es una circular del Ministerio de
Educación que invitaba a que los libros escolares del próximo curso incluyeran
esa nueva ortografía, adoptada en 1990 para detener la decadencia internacional
del francés pero que, de facto, nunca tuvo un uso extendido.
Además de hacer desaparecer la mayor parte de los acentos circunflejos,
a partir de ahora las cebollas dejarán de llamarse en francés “oignon” para ser
“ognon”, mientras que muchas palabras compuestas que se separaban con guiones
podrán escribirse unidas.
Es el caso también de vocablos adoptados de otras lenguas, se adaptan a
la grafía gala. Los domingos, los franceses comerán “paélia” antes de acudir a
la “zarzuéla”.
El objetivo de esa reforma era acabar con muchas de las excepciones del
idioma, aunque las modificaciones cayeron en el olvido.
Cerca de 2.400 palabras tendrán dos posibles escrituras, aunque la
Academia Francesa recomienda la más moderna.
La medida ha suscitado una viva polémica en los medios de comunicación y
las redes sociales, bajo la etiqueta #JeSuisCirconflexe, y ha llegado también a
la esfera política.
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