domingo, 7 de febrero de 2016

Otra anécdota de Diógenes El cínico

En una ocasión estaba Diógenes lavando unos nabos para su almuerzo a orillas del río. Por allí pasó uno de los alabarderos del emperador, quien le dijo en tono un tanto burlón:

_Diógenes, si tú ensalzaras al emperador no tendrías que andar comiendo nabos.

A lo que éste contestó con gran ingenio:

_Y si tú comieras nabos, no tendrías que ensalzar al emperador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario