NUEVA YORK.- En 2012, mientras un
grupo de científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU) en
EE UU estaba estudiando los insectos urbanos, el huracán Sandy golpeó a la
ciudad Nueva York (EE UU).
En la primavera del año siguiente, este
equipo de investigadores decidió ampliar su trabajo para comprobar si Sandy
había afectado al comportamiento de estas poblaciones de insectos. Los
científicos descubrieron el gran potencial de los artrópodos para acabar con
los deshechos de las calles y su posible relación con la disminución de las
poblaciones de ratas.
“En nuestro experimento recogimos
trozos de galleta, perrito caliente y patatas fritas para representar el tipo
de alimentos que la gente podría tirar a las aceras de la ciudad. Los pusimos
en una jaula donde solo podían acceder pequeños animales como hormigas y otros
artrópodos, y sacamos otra parte fuera de la jaula donde era accesible a
cualquier animal”, explica a Sinc Elsa Youngsteadt, investigadora de la NCSU y
autora principal del trabajo que publica la revista Global Change Biology.
Los artrópodos comieron grandes
cantidades de alimentos, que se suman a las que consumieron otros vertebrados,
como las ratas. Esto demuestra que ratas y artrópodos se abastecen de los
mismos tipos de productos en las ciudades.
“Lo que comen las hormigas, por
ejemplo, ya no llega a las ratas. No hemos medido las poblaciones de roedores,
así que no podemos decir con certeza que tendríamos más ratas de no haber
insectos. Pero, dado que compiten por los mismos alimentos, es una
posibilidad”, afirma Youngsteadt.
Los investigadores estimaron que los
insectos son capaces de limpiar alrededor de una tonelada de basura al año, el
equivalente a 60.000 perritos calientes o 200.000 galletas.
El equipo muestreó artrópodos –como
insectos y ciempiés– en las calles y parques de Manhattan para medir la
biodiversidad en los diferentes lugares. Así, pudieron comprobar cuántos
desperdicios consumían unos y otros en los distintos ambientes. La hipótesis de
partida era que en las zonas con más biodiversidad, consumirían más basura,
pero no fue así.
“Los artrópodos de las calles comían
dos o tres veces más basura que los de los parques. Esto nos sorprendió, porque
pensamos que en los parques harían este trabajo de manera más eficiente”,
señala la investigadora.
Los resultados indican que el consumo
depende sobre todo de qué especies estén presentes. “En concreto, las hormigas
del suelo de la especie Tetramorium, introducida en EE UU, son las que comen
más. Tienen grandes colonias que son capaces de reclutar rápidamente muchas
obreras para la recogida de alimentos”, argumenta la científica.
Por: Jhonny TrinidadFecha: diciembre
02, 2014En: Nueva York1 Comentario
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