La práctica totalidad
de las ciencias ha estudiado qué nos hace felices y qué no y las respuestas son
tan variadas como investigaciones se han hecho sobre el tema. El periodista
Jeff Haden ha recogido algunas de las principales actitudes que contribuyen a nuestra
felicidad, basándose en las observaciones de Belle Beth Cooper. Estas son,
entre otras, diez de las conclusiones más sólidas.
Con frecuencia
pensamos que no tenemos tiempo para hacer ejercicio, pero sólo siete minutos
son suficientes para hacernos un poco más felices. ¿No tenemos siete minutos
que extraer de nuestro apretado horario?
El ejercicio tiene un efecto tan profundo en
nuestra felicidad y en nuestro bienestar que se ha convertido en una estrategia
eficaz para combatir la depresión. Así lo probaba un estudio citado en el libro
de Shawn Achor The Happiness Advantage. En él tres grupos de pacientes
deprimidos fueron tratados con medicación, con deporte o con una combinación de
ambos. Los resultados son verdaderamente sorprendentes: todos los grupos
experimentaron una mejoría. Sin embargo, fueron testados seis meses después
para comprobar si se habían producido recaídas. Un 38% de los que sólo habían
tomado medicación había retomado la depresión, un 31% de los que habían
combinado medicación y ejercicio había recaído igualmente, y sólo un 9% de los
que habían paliado su depresión con el deporte había recaído a los seis meses.
Los beneficios del deporte, sin embargo, no se
limitan a las personas deprimidas. Igual que sus efectos son positivos en
éstas, lo son en cualquiera que haga ejercicio y desee ser un poco más feliz a
lo largo del día. Una buena opción es practicar running, lo que te dará una
libertad que es imposible alcanzar mediante otros deportes.
2. Duerme más: serás
menos susceptible ante las emociones negativas
Dormir es muy
importante para que el cuerpo se recupere de su actividad diaria, y tiene
efectos muy positivos en nuestra alegría. Así lo confirman Po Bronson y Ashley
Merryman en NurtureShock, donde aluden al hecho de que los estímulos negativos
se procesan en la amígdala y los positivos y los neutrales en el hipocampo. La
falta de sueño afecta con mayor intensidad al hipocampo, por lo que las
personas que duermen mal tienen mayor tendencia a recordar con intensidad los
eventos negativos y a olvidar los positivos.
La afirmación se sustenta con un experimento
realizado por Walker en el que una serie de universitarios privados de sueño
debían memorizar una lista de palabras. Recordaban el 81% de las palabras
negativas, como cáncer, y sólo el 31% de las palabras positivas o neutras, como
sol o baloncesto.
El humor con que afrontamos las primeras horas
del día puede condicionar la jornada completa, de modo que es importante
descansar bien.
3. Pasa más tiempo
con los amigos y la familia
Suena tópico, pero no
haber pasado el tiempo suficiente con los amigos y la familia es uno de los
principales arrepentimientos que expresa la gente antes de morir. Interactuar
con aquellos que nos aprecian y a los que apreciamos revierte positivamente en
nuestro estado de ánimo. Así lo explica Daniel Gilbert, profesor de psicología
de Harvard: “Somos felices cuando tenemos familia y somos felices cuando
tenemos amigos, y casi todas las otras cosas que creemos que nos hacen felices
son, en realidad, vías para tener más amigos y más familia”.
En la misma línea, el estudio Terman, recogido
en The Longevity Project, concluía que las relaciones con los demás son
fundamentales para vivir una vida larga y feliz: “El beneficio más claro de las
relaciones sociales viene de ayudar a los demás. Aquellos que ayudaban a sus
amigos y sus vecinos, aconsejando y cuidando de los demás, tendían a vivir más
que el resto”.
4. Sal a la calle con
frecuencia
En The Happiness
Advantage Shawn Achor recomienda pasar tiempo al aire libre para aumentar la
alegría y el buen humor: “Reservar tiempo para estar al aire libre cuando hace
buen día proporciona grandes ventajas; un estudio reveló que pasar 20 minutos
en la calle cuando hace buen tiempo no sólo propicia el buen humor, sino que
desencadena la reflexión y mejora la memoria”.
Así, aunque sea simplemente en el descanso
para comer, reserva unos minutos al día para que te dé el aire.
5. Ayuda a los demás
Para ser felices
nosotros mismos resulta imprescindible ayudar a los demás, y 100 horas al año
(dos horas a la semana) parece ser el número clave de tiempo que debemos
dedicar al resto. El Journal of Happiness Studies publicó una investigación que
aludía al hecho de que la gente a la que se le había encargado comprar algo
para otra persona experimentaba una felicidad mucho mayor que aquellos que se
habían comprado algo a sí mismos.
No se
trata de fingir, pero sonreír nos puede hacer sentir mejor. Por supuesto,es
importante que la sonrisa sea el producto de cultivar pensamientos positivos,
como afirma un estudio de la Michigan State University. Éste sugiere que los
que trabajan de cara al público, si fuerzan una sonrisa falsa a lo largo del día
su estado de ánimo empeora y terminan por dejar el trabajo. Sin embargo,
aquellos que sonríen como resultado de pensar en cosas positivas mejoran su
estado de ánimo y están más alegres.
El mero hecho de planear
un viaje o un descanso del trabajo puede contribuir al bienestar. Un estudio
publicado en el Applied Research in Quality Life mostraba que el mayor pico de
felicidad se experimentaba durante la planificación de las vacaciones, más que
durante el propio viaje.
Ello está ligado al sentimiento de
anticipación. Como refiere también Shawn Achor, “un estudio reveló que en la
gente que pensaba que iba a ver su película favorita se elevaban los niveles de
endorfina un 27%”.
8. Medita
Un equipo de investigación
del Massachusetts General Hospital realizó escáneres cerebrales a 16 personas
antes y después de su participación en un curso de meditación de ocho semanas.
El estudio, publicado en Psychiatry Research: Neuroimaging, concluía que tras
completar el curso las partes del cerebro asociadas con la compasión y la
consciencia propia habían crecido, mientras que las partes relacionadas con el
estrés se reducían.
Además, meditar suele relajarnos y clarificar
nuestra mente, lo que también contribuye a nuestra propia felicidad. Además de
aumentar la creatividad y la inteligencia, como defiende el cineasta David
Lynch.
9. Múdate cerca del
trabajo
El tiempo que nos
cuesta llegar al lugar del trabajo tiene un gran impacto en nuestra felicidad.
Al fin y al cabo, es algo que hacemos dos veces al día, cinco días a la semana,
y la gente a la que le lleva mucho tiempo desplazarse o que lo hace de manera
incómoda es menos feliz. Así lo dice The Art of Manliness: “Mientras que muchas
condiciones no afectan a nuestra felicidad a largo plazo porque nos
acostumbramos a ellas, nunca nos acostumbramos al esfuerzo diario de ir al
trabajo. A veces el tráfico es espantoso y a veces no”. Así lo decía también
Gilbert: “Conducir en un atasco es un tipo distinto de infierno cada día”.
10. Practica la
gratitud
Estar agradecidos por
las cosas que tenemos –lo que implica valorarlas en su justa medida– es muy
importante para ser conscientes de nuestra felicidad y disfrutarla más. De
hecho, los participantes de un experimento ligado a la gratitud debían, en
primer lugar, escribir una lista de las cosas por las que estaban agradecidos,
y ese simple hecho ya mejoró su estado de ánimo. Siempre de acuerdo con el
refranero español, para el que “es de bien nacido ser agradecido”.
De la misma manera que podemos invertir dinero
en los demás, podemos invertir nuestro tiempo, lo que resulta ser incluso más
satisfactorio y nos proporciona grandes dosis de alegría.
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