La tradición de
celebrar el “día del amor” el 14 de febrero viene de antiguo. Aunque está muy
vinculada a un nombre propio, Valentín, existen teorías que reconocen orígenes
anteriores.
Se cree que durante
el siglo III vivió en Roma un sacerdote cristiano llamado Valentinus que
desafió una ley que prohibía casarse a los legionarios profesionales. Esta
normativa seguramente obedecía a un motivo práctico: al no existir familia ni
afectos a esposa o hijos, los soldados cumplirían mejor su ingrato cometido.
La tradición oral
sobre la vida de San Valentín devino en leyenda y fue recogida por diversos
relatos en siglos posteriores.Uno de ellos cuenta que Valentín había casado a
escondidas por el rito cristiano a varios de esos soldados que tenían prohibido
contraer matrimonio. Cuando esto llegó a oídos del emperador, a la sazón
Claudio II, gran vencedor de la famosa batalla de Naissus contra los godos,
ordenó detener al sacerdote y traerlo a su presencia.
Una vez frente al
hombre más poderoso del mundo, Valentín aprovechó la ocasión para hablarle de
Jesucristo. Sorprendentemente, el mandamás romano quedó cautivado por sus
palabras. El incipiente acercamiento del emperador a la nueva doctrina causó
alarma en la corte imperial. Entonces se recrudeció la persecución
anticristiana para desprestigiar a Valentín ante los ojos del Claudio II.
Sigue relatando la
leyenda que, mientras duró el proceso, Valentín estuvo sometido a la vigilancia
de Asterius, un lugarteniente de Claudio II. Pese a la hostilidad inicial de Asterius,
éste terminó covirtiéndose al cristianismo después de que Valentín curase
milagrosamente la ceguera de la hija de aquél, Julia.
En este punto la
leyenda adquiere tintes de telenovela: chico sana a chica; chico y chica se
enamoran. Recordemos que en la Iglesia primitiva los sacerdotes podían contraer
matrimonio canónico. Pero como no hay telenovela sin drama, la orden de
ejecución llega antes del casamiento. Antes de pasar a mejor vida, Valentín
escribe una carta a su amada, origen sin duda de las cartas y postales de amor.
La verdad histórica
La historiografía está llena de tradiciones orales cuya veracidad ha podido ser
confirmada al cabo del tiempo. Según el antiguo calendario romano establecido
por Julio César, que comenzaba a contar los años desde la fundación de Roma
(753 antes de Cristo), el emperador Claudius Aurelius Marcus Gothicus gobernó
el mundo romano entre los años 1021 y 1023. Estos datos avalan a quienes datan
el martirio de San Valentín en el día dedicado al Sol, 16 jornadas antes de las
calendas de Marzo del año 1022 "ab urbe condita"; es decir, el
domingo 14 de de febrero del año 269.
Otra teoría sobre
esta fiesta dice que el papa Gelasio I, que gobernó la Iglesia a finales del
siglo V, promovió la abolición de las antiquísimas fiestas paganas dedicadas a
la fertilidad. Estas fiestas, llamadas Lupercales, se celebraban en el día 15
antes de las calendas de marzo (el 14 de febrero), y venían aparejadas a
ciertas costumbres bastante alejadas de la nueva moral cristiana.
Fuente:
www.teinteresa.es
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